Fuente : EFE (16 de marzo de 2011)
Los representantes de más de 200 organizaciones de la sociedad civil y sindicatos europeos y latinoamericanos han pedido hoy al Parlamento Europeo que no ratifique los tratados de libre comercio (TLC) con Colombia, Perú y los países centroamericanos.
Diversas plataformas de ONG con sede en Bruselas, como Grupo SUR o la Oficina internacional de derechos humanos acción Colombia (Oidhaco), presentaron un manifiesto firmado por más de 200 organizaciones en el que explicaron sus críticas a los citados acuerdos que la UE concluyó en mayo pasado, y que para entrar en vigor aún deben ser apoyados por los parlamentos de cada parte.
Para el portavoz de la asociación ASC Enrique Daza, tanto el acuerdo de asociación acordado con Centroamérica como los TLC con Colombia y Perú son "asimétricos" y "tratan de poner como iguales a quienes no lo son".
"El tratado inhibe la capacidad de los estados de promover políticas de desarrollo económico y social, y asigna al libre mercado todo progreso social", comentó durante la presentación del manifiesto en la sede del Parlamento Europeo.
Argumentó que, sólo en Colombia, provocará la "destrucción" de la economía campesina de 200.000 familias que viven de la producción de la leche, y afectará a otros sectores agrícolas como el de los cereales.
También consideró que los latinoamericanos no saldrán beneficiados del modelo de compras públicas que propone el acuerdo, y que sufrirán restricciones al acceder a los medicamentos genéricos por las normas de propiedad intelectual incluidas.
"Los pueblos de América Latina están en desventaja en el tratado", enfatizó.
Por su parte, el eurodiputado español de Los Verdes Raül Romeva lamentó la "opacidad" del proceso de negociación y que el Parlamento Europeo sólo pueda emitir un voto a favor o en contra del conjunto de los acuerdos, sin tener la oportunidad de introducir enmiendas.
Desde su punto de vista, los acuerdos se negociaron "con prisas" y "por intereses electorales".
"No podemos tratar por igual realidad tan distintas, no se puede exigir lo mismo a mundos tan dispares, no se van a beneficiar igual las partes", comentó, y puso de ejemplo el intercambio de servicios, un área en el que, a su juicio, Europa sale mucho más favorecida.
En lo referente a la cláusula sobre el respeto a los derechos humanos que incluyen estos acuerdos, Romeva señaló que, "hasta la fecha, se ha demostrado que es totalmente inútil".
"Cada vez que hay un acto de revuelta e indignación en los países afectados, la UE les dice que lo arreglen dentro de su propio país.
Ese es el problema mas grave", apuntó, en ese contexto.
Finalmente, el responsable de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) Juan Moreno afirmó que, en su opinión, los tratados serán respaldados por la Eurocámara, donde el grupo mayoritario, el conservador Partido Popular, ya se ha manifestado a favor de los mismos.
"Hay que abrir una reflexión para ver qué hacemos después. Ver cómo va a poder participar la sociedad civil", concluyó.
Aún no se ha concretado una fecha para el voto en la Eurocámara, pero la Comisión Europea espera que los acuerdos con estos países puedan entrar en vigor a mediados de 2012.