Mujeres y hombres, reunidas en la Universidad de San Carlos los días
29 y 30 de Abril, 2 kat y 3 kan, en asamblea indígena, campesina y
popular por la unidad, dignidad y la soberanía de los pueblos, de
diferentes expresiones sociales de movimientos de pueblos originaras,
estudiantes, organizaciones de mujeres y feministas, radios
comunitarias, ongs y cooperativas, sindicalistas, pobladores,
academia, reafirmamos nuestro compromiso con el principio de unidad
del movimiento popular y las demandas y luchas históricas desde las
comunidades, movimientos y expresiones de los pueblos.
En el marco de la conmemoración del día internacional del trabajo, en
donde mujeres y hombres reconocemos que día a día aportamos con
nuestro trabajo cotidiano al país y que hacemos esfuerzo mediante
luchas laborales, para que este trabajo se constituya en bienestar y
vida digna para las familias.
Visibilizamos que mediante nuestro trabajo histórico, la oligarquía y
el empresariado ha acumulado y siguen acumulando riqueza sobre la base
de la explotación laboral de mujeres y hombres en todo el país, en el
marco de la crisis global del capitalismo nos solidarizamos con
mujeres y hombres que en todo el mundo sus derechos están siendo
vulnerados y eliminados y que están perdiendo totalmente las
conquistas históricas de la clase trabajadora.
Desde el espacio constituido en asamblea compartimos las conclusiones
obtenidas : Que a partir de la llegada del Partido Patriota al poder,
tras la fachada civil se inicia un proceso de mayor militarización del
país, se profundiza el modelo autoritario, excluyente, racista y
patriarcal, así como las políticas extractivas, agroindustria y
maquilas que implica las políticas de explotación de la mano de obra,
el despojo de las tierras de los pueblos, la criminalización de las
luchas y la persecución jurídica hacia las mujeres y hombres de
comunidades que la defienden. Frente a este contexto, se realizó la
Marcha Indígena, Campesina y Popular por la Defensa de la Madre
Tierra, el Territorio y el Desarrollo rural y todas las acciones de
seguimiento a los acuerdos tomados con los organismos del Estado.
Es así, como se constituye la Asamblea como un espacio para reafirmar
los derechos inalienables de los pueblos y las personas, quienes
históricamente se confrontan a las políticas de este Estado, expresión
del Sistema Patriarcal, Capitalista y Neocolonial. La Asamblea es una
convergencia de pensamientos y de luchas, que demandan la recuperación
de nuestro derecho a un Buen Vivir y la recuperación de las relaciones
de equilibrio con la naturaleza, como única alternativa de vida.
Ratificamos las demandas de la Marcha Indígena, Campesina y Popular y
exigimos el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los tres
organismos del Estado. Condenamos desde ya la actitud de la mayoría de
los diputados, quienes como de costumbre, demuestran su servilismo
hacia la oligarquía desde una lógica del Estado-Finca, al dejar fuera
de la agenda legislativa la discusión de urgencia nacional de la ley
de Desarrollo Rural Integral.
Condenamos todo hecho gubernamental que debilite los pocos avances
construidos en lo institucional dentro del marco de cumplimiento a los
Acuerdos de Paz y lo acordado como resultado de acciones de lucha.
Condenamos y denunciamos la criminalización de compañeras y compañeros de los distintos movimientos y pueblos, y responsabilizamos al Estado por cualquier la violación a los derechos humanos.
Demandamos el respeto absoluto a lo ratificado en los Convenios
Internacionales en materia de derechos laborales, de las mujeres y de
los pueblos originarios, en particular el Convenio 169 de la OIT y la
Convención Americana de los Pueblos Indígenas. Rechazamos desde ya,
cualquier intento de reglamentación a las consultas o cualquier
iniciativa de ley que vulnere y atente contra los territorios de los
pueblos originarios y la Madre Naturaleza.
Llamamos a la Comunidad Internacional a ser vigilantes de los
retrocesos y violaciones a derechos humanos, así como al cumplimiento
de los compromisos asumidos por el gobierno con las organizaciones
populares.
Llamamos a las organizaciones a desarrollar acciones para el
fortalecimiento de la unidad de los movimientos y los pueblos, y a no
dejarse instrumentalizar a través de paliativos por la clase dominante
del país.
Llamamos a mantenernos en lucha y resistencia, como única vía para
forjar los tan necesitados y anhelados cambios estructurales que el
país exige.
Cuando los de abajo marchan, Los de arriba tiemblan Guatemala, 1 de mayo 2012